La edad de emancipación de los jóvenes en España se sitúa por encima de la media europea
Alquilar un piso en solitario supone destinar el 93,3% de su salario neto.
“Estamos ante las generaciones más formadas y que aún así tienen unas oportunidades que son indignas, con sueldos miserables y con salarios que no llegan para nada”, replicaba Leticia Vázquez en el debate de la Sexta Xplica con el profesor de economía Javier Díaz-Giménez.
26,4 años es la edad media en que los jóvenes europeos abandonaron el hogar familiar en el año 2022. Cifra que contrasta con la edad media de emancipación de los jóvenes españoles, que se situaba en ese mismo año en los 30,3 años según los datos publicados por Eurostat.
Sin embargo, España no es el único país que registra la edad media de independencia de los jóvenes superior a los 30 años. Junto a nuestro país, podemos encontrar a Croacia (33,4 años), Eslovaquia (30,8 años), Grecia (30,7 años), Bulgaria (30,3 años), Malta (30,1 años) e Italia (30 años).
Ante estas cifras, podemos especificar que en la Unión Europea, en el año 2022, las mujeres se independizaron a la edad meda de 25,4 años, mientras que los hombres lo hicieron a los 27,3 años. Unos datos que pueden observarse similares y de forma generalizada en todos los países.
Según el balance general del primer semestre de 2023 elaborado por el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, la tasa de emancipación jóven ha experimentado una ligera subida respecto a 2022, convirtiéndose en “el primer semestre en el que subió por encima del 16% desde el primer semestre de 2020”.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las tasas de emancipación no fueron positivas en todas las comunidades autónomas, pues influyen factores como el desempleo y el salario, que en “nueve de las 17 comunidades autónomas el salario neto mediano de una persona jóven es de menos de 1.000 euros al mes”, y en seis comunidades el salario medio supera el salario mínimo de 2023.
Ante los dos factores de influencia mencionados anteriormente, se une el precio del alquiler, el cual es tan elevado que en seis comunidades autónomas si los jóvenes dedicasen el 100% de su salario no podrían alquilar una vivienda en solitario.
De media, el sueldo de un jóven era de 1.005,22 euros netos al mes, mientras que el alquiler de una vivienda se situaba en los 944 euros mensuales, es decir, el 93,9% del sueldo, que si se suman los gastos básicos de luz, agua y gas, junto con los de alimentación, de media el precio de la vivienda se situaría en los 1.082,12 euros mensuales, lo que implica que “a una persona jóven le faltarían 76,9 euros para poder vivir en solitario”.
Si realizamos una comparativa entre el año 2022 y 2023, podemos observar que el importe medio de una vivienda era de 864 euros al mes en 2022, mientras que en 2023 esta cifra se vió incrementada hasta los 944 euros al mes, es decir, un 9,3% más en el plazo de un año. Pero esta situación también se vió afectada por los pisos de alquiler compartidos, en los que se ha pasado de pagar de media 350 a 375 euros mensuales. Mientras que el precio de los gastos básicos y de alimentación se dispararon un 70,1%. Y en el caso de la compra de viviendas, su precio se encareció un 3%, hasta alcanzar los 179.320 euros de media, es decir, 15 años del sueldo completo de un joven y 4 años y medio de su salario para poder pagar la entrada de una casa.
Ante esta situación de precariedad laboral y dificultades para pagarse un alojamiento, Leticia Vázquez, una jóven trabajadora formada en publicidad, debatía con Javier Díaz-Giménez, profesor de economía en IESE Business School, en el programa la Sexta Xplica acerca de las declaraciones del economista, quien matizaba que “es un negocio quejarse”:
“Está estudiado que la renta de los padres influye en la renta de los hijos. Entonces, si unos padres están dándole a sus hijos una educación que cuesta dinero, porque no es gratis, las matrículas hay que pagarlas y las becas no llegan a todo el mundo. Entonces, la gente tiene que trabajar para pagarse las carreras y aún así cuando tienes dos carreras no encuentras trabajo de lo que estás buscando, ese es el problema, que estamos ante las generaciones más formadas y que aún así tienen unas oportunidades que son indignas, con sueldos miserables y con salarios que no llegan para nada, ni al salario interprofesional ni a lo que debería ser para lo que hemos estudiado y la formación que tenemos. Y eso es una vergüenza porque se está viendo, hace unos años pasaba la fuga de cerebros y nuestros jóvenes se iban a Alemania, y ahora va a pasar lo mismo porque no se está valorando la calidad y la formación que tienen los jóvenes españoles y lo que nos queda es emigrar, y eso es un problema que tenemos que solucionar ya”.
Cantabria tiene la tasa de emancipación más baja de España
Y si viajamos hasta Cantabria, en el último informe de lo principales resultados autonómicos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, se ha visto reflejado que “los jóvenes de Cantabria son los que menos se emancipan de toda España”, así lo recogía el informativo de RNE del 16 de enero.
Y matizaba que, respecto a la media española, Cantabria se situó a finales del primer semestre de 2023 en la última posición, debido a que presentaron la tasa de emancipación más baja del país: con un 11% de jóvenes residentes fuera de su hogar familiar, un porcentaje 5 puntos inferior a la media de España y 2 puntos inferior al porcentaje registrado el año anterior en la misma comunidad.
Sin embargo, y al contrario que España, Cantabria fue una de las comunidades autónomas que presentaron niveles más bajos de emancipación con respecto al primer semestre del año anterior. Por lo que, de manera generalizada, Cantabria es una de las regiones que presenta niveles más bajos de actividad y que cuenta con uno de los salarios más bajos del país, pues los jóvenes trabajadores no alcanzan los 9.000 euros al año, lo que implica que para alquilar una habitación tuvieran que destinar el 44,7% de su salario mensual.
Según estos datos, el Presidente del Consejo de la Juventud, David San Juan, calificaba como malas la cifras respectivas al salario mínimo, la tasa de inactividad de los jóvenes y el envejecimiento de la región con las siguientes declaraciones: “Entendemos que es una región bastante pequeña, además el componente socio-demográfico, somos una sociedad muy envejecida, con lo cual es verdad que lo que es la oferta es bastante limitada, como puede ser en el resto de España pero yo creo que en Cantabria es los últimos años se está viendo afectada, la proliferación de pisos turísticos lo que puede ser una de las cuestiones principales, sobre todo en el acceso a la vivienda de alquiler, teniendo en cuenta los periodos estivales que hacen que imposibiliten muchas veces el acceso a un periodo de alquiler anual”.
Ante esta situación, San Juan matizaba que “Cantabria tiene que trabajar por revertir su tejido socioeconómico, apostar por una economía de innovación y dar salida de aquellos con formación profesional para que no tengan que emigrar, al final tenemos mucho más oferente que demandante de empleo y eso es una cuestión que tenemos que hablar, es decir, cómo vamos a encajar a estos jóvenes para que no solo tengan acceso a la vivienda sino también en condiciones dignas y de posibilidad de poder elegir qué tipo de vivienda quieren y cómo lo quieren”.