Escaleras ¿mecánicas?
No es la primera vez que me sucede y, a este paso, no será la última. Soy un vecino de la calle Alta que, tras una larga jornada, se disponía a subir a la zona mediante las escaleras mecánicas que la conectan con la calle Vargas. Piensa mal y acertarás, o esa es mi filosofía, pues mis niveles de esperanza rozaban los mínimos e iban disminuyendo a medida que me acercaba al comienzo de las escaleras hasta que, al girar la esquina, no funcionaban. Aunque comprendo que se apaguen por horario nocturno, resulta inaceptable que durante el día su funcionamiento sea tan irregular. Esto afecta a muchos residentes de Santander, en particular a aquellos que viven en la calle Alta, donde reside una notable población de personas mayores. Que estas escaleras no funcionen cada dos por tres, no solo dificulta la movilidad de los ciudadanos, sino que también representa el poco cuidado de la zona, con unas estructuras de acero, diseñadas para facilitar el ascenso y descenso de multitudes, que ahora se alzan como monumentos a la negligencia.
Alfonso Arce