Los intereses de la generación Z se dividen entre la educación, el empleo y el compromiso social
La generación Z emerge marcada por sus experiencias, estudios y predisposiciones hacia el empleo, el deporte y un sin número de aspectos que modelan su visión del mundo. Este grupo se distingue no solo por su fluidez digital innata, sino también por su constante búsqueda de autenticidad y su preocupación por el desempleo y la responsabilidad social. En una era definida por rápidos cambios tecnológicos y desafíos globales, comprender los intereses de la generación Z se ha convertido en una tarea primordial para todos aquellos interesados en anticiparse al futuro.
Según la encuesta realizada a los lectores de Diario Z, la formación académica es el tema que más preocupa a los conocidos como centenial. Marina Carriles, estudiante de psicología que trabaja como camarera los fines de semana, comparte esta inquietud. “Creo que falta más práctica en las carreras universitarias”, además ve “casi obligatorio” el hacer un máster para poder trabajar de lo suyo. Pese a esta incertidumbre a la hora de los estudios, no tuvo “ninguna complicación” para encontrar trabajo. “En la hostelería hay trabajo y sobre todo para los jóvenes”, destacó.
“Siento que los jóvenes somos muy sustituibles como trabajadores“
Marina Carriles, estudiante universitaria y trabajadora
Aunque a la estudiante le preocupa quedarse sin empleo, cree que cualquier joven que quiera trabajar lo puede conseguir. “Las condiciones como camarera no son las más óptimas pero me ayuda a pagar la carrera”, señaló Marina.
El deporte es el motor de la vida de muchos jóvenes, a la vez que un pasatiempo para otros, tanto es así, que el Gobierno de Cantabria se ha propuesto el objetivo de ofrecer instalaciones deportivas de primer nivel y programas de formación que incentiven a la generación Z a mantenerse activos. En ese contexto, se acordó la renovación del campo de fútbol de El Regimiento en Santander, casa de algunos de los equipos con más fichas activas en todo el fútbol cántabro.
La reforma supuso la reubicación de los cuatro clubes que juegan allí mientras las obras se estaban llevando a cabo. A la vuelta, las quejas de los equipos y sus jugadores fueron numerosas, desde que el caucho manchaba en exceso hasta que los banquillos no son lo suficientemente grandes como para que todos los suplentes tuvieran un asiento.
Ante esta situación, se optó por cerrar el campo situado en General Dávila nuevamente para cambiar el caucho. El material no asentó correctamente, lo que provocó que se adhiriese a las equipaciones, al material deportivo y a los propios jugadores. La sustancia, muy pegajosa y difícil de eliminar, alertó a los padres de los niños que entrenan y juegan en este recinto deportivo, que llegaron a cuestionarse que fuera tóxico -aunque el Ayuntamiento de Santander lo desmintió- y, en muchos casos, no quisieron que sus hijos siguieran jugando allí hasta que la situación se resolviera.
La Dirección General de Deporte también anunció recientemente que los jóvenes de entre 8 y 18 años podrán optar a una ayuda en el pago de la licencia federativa del curso 2024/2025. Con subvenciones de este tipo, el Gobierno regional pretende ayudar a los hogares que no pueden asumir dicho gasto con tranquilidad y que este no suponga un impedimento para la práctica deportiva de pequeños y adolescentes.
Para Daniel Pérez, coordinador de la sección de fútbol del C.D. Calasanz en Santander, las cuotas a pagar son uno de los principales impedimentos de las familias. “Antes había muchos más federados en las categorías de fútbol base, pero los precios han subido y ahora los padres apuestan por otras actividades los fines de semana”, apunta Daniel.
Pese a la bajada general de licencias, algunos deportes como el pádel están incrementando su interés entre los jóvenes
Otras instituciones cántabras, que gestionan diferentes tipos de deportes a los masivos, han visto reducida su actividad entre los jóvenes, siendo el bolo palma uno de estos. Pese a que las escuelas cuentan con una financiación por parte de la Federación Cántabra de Bolos, el número de alumnos pasó de los más de mil a los 770 registrados en 2015. Del mismo modo, el número de escuelas se redujo de los 50 a los 38, mostrando que la subvención del 50% de los gastos destinados a la gratificación del monitor, gastos en material y desplazamientos no son suficientes para mantener la pasión por los bolos entre los más jóvenes.
La Generación Z está más comprometida con las causas sociales que quintas anteriores. Según el ’Informe Juventud en España’, el 76% de la juventud está preocupada por el impacto humano en el planeta y busca marcas que aborden estos problemas de manera transparente. Si una marca no comunica sus acciones hacia la resolución de un problema, el 62% de la Generación Z asume que la empresa no está haciendo nada o que está ocultando algo. En este contexto, un 84% de los centenials respaldan la prohibición de los envases de plástico en los supermercados.
Voluntariado
Además, aunque su participación directa en organizaciones puede ser mejor, con el 43% involucrándose como voluntarios puntuales, su apoyo a ONGs refleja una tendencia hacia la contribución a causas significativas. ‘Cruz Roja Juventud’ es la sección juvenil del grupo homónimo, formado por chicos y chicas entre los 6 y 30 años que ayudan a niños hospitalizados en el Hospital Marqués de Valdecilla con objetivos lúdicos.
Esta no es la única entidad que ayuda a los más pequeños en esta desafortunada situación, ‘Buscando Sonrisas’ fue creada en el 2012 con el objetivo de ayudar a niños, ancianos y familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad social o económica. La asociación organiza diferentes actividades como ‘Buscando Curar con Sonrisas’, en las que sus más de 70 voluntarios de entre 17 y 27 años visitan diariamente a niños ingresados en las plantas de pediatría, estancia corta y hematología, además de pacientes de atención y terapia a domicilio. Con esa red de jóvenes, que llevan su alegría y entusiasmo a Valdecilla, se logra que los más pequeños olviden por un rato sus dolencias, a la vez que sus familias tengan un pequeño descanso en sus largas jornadas de hospital.
En los últimos días, las universidades de toda España han sido noticia debido a las manifestaciones por el enfrentamiento entre Israel y Palestina, donde los jóvenes universitarios mostraron su apoyo al Estado palestino. Con el objetivo de que el Gobierno español tomase un papel más activo, estudiantes de todo el país han montado campamentos en las instalaciones de algunas instituciones educativas del país.
En la Universidad de Cantabria (UC), un grupo de estudiantes han acampado frente al edificio Interfacultativo de la universidad como apoyo al pueblo palestino y para exigir a la UC que rompa relaciones académicas con todas las universidades de Israel, así como con las empresas que colaboran y comercian con ese país.
Estas protestas nacionales han parecido tener cierto éxito, ya que el 22 de mayo Pedro Sánchez anunció, durante su comparecencia en el Congreso, que España reconocerá a Palestina como Estado este 28 de mayo, en una decisión tomada junto a otros países como Irlanda y Noruega. “Haciéndonos eco del sentir mayoritario del pueblo español, el próximo martes 28 de mayo, España aprobará en Consejo de Ministros el reconocimiento del Estado de Palestina”, publicó el presidente del Gobierno en su cuenta de X -anteriormente Twitter-.
Las redes sociales se imponen como parte esencial de su vida diaria, redefiniendo las formas de comunicación y relación con el mundo. Plataformas como Instagram, X y TikTok permiten a estos jóvenes expresar su identidad, a la par que compartir sus quejas e inquietudes, convirtiéndose en altavoces para ellos.
A pesar de los desafíos que se plantean, la generación Z es optimista sobre el futuro. Tienen aspiraciones de cambiar el mundo y hacer una diferencia significativa. Están dispuestos a enfrentar los problemas de frente y buscan soluciones innovadoras. Su compromiso con la educación, la sostenibilidad, y el bienestar social sugiere que están preparados para liderar con integridad y visión el futuro.
La generación Z es una fuerza poderosa con el potencial de impulsar cambios significativos en la sociedad. Los jóvenes están moldeando un futuro en el que la tecnología, la sostenibilidad y la justicia social son fundamentales. Para las empresas y asociaciones gubernamentales, entender y apoyar a esta generación es crucial para construir un mundo mejor y más equitativo.