La educación, la felicidad y la economía se alzan como las principales preocupaciones de la Generación Z
La Generación Z, comprendida entre los años 1994 y 2010 como recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE), se enfrenta a una serie de preocupaciones que generan situaciones de incertidumbre, estrés y ansiedad en los propios individuos. Este grupo poblacional, marcado según el propio INE por la expansión masiva de internet, se muestra especialmente intranquilo en lo que respecta a la economía, la educación y la salud mental, como indican varios estudios realizados en los últimos años. Precisamente, la economía también se corresponde con la mayor inquietud de la sociedad española en general, de acuerdo con los datos del Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de abril.
El pasado 2023, la EADA Business School (Barcelona), presentó un informe llamado Youth Talks en el cuál analizó las principales preocupaciones de unos 45.000 individuos pertenecientes a la Generación Z, repartidos entre 212 países y territorios de ultramar. Este estudio, segmentado por países, demuestra que la principal inquietud de los jóvenes españoles es la felicidad personal, seleccionada por un 29% de los participantes. En segundo lugar, se halla la estabilidad en la vida, escogida por el 21%. A diferencia de otros informes que la sitúan en cabeza, la situación económica se halla en la quinta posición, elegida por el 9% de los encuestados.
Gráfico de elaboración propia con datos de Youth Talks (2023)
Otro informe desarrollado por la consultora Deloitte, Global 2023 Gen Z & Millennial Survey, resalta precisamente esa preocupación de los jóvenes por aspectos económicos. Dentro de una muestra de 22.000 individuos, el 35% se halla inquieto ante el coste de vida, mientras que el 22% está intranquilo por las altas tasas de desempleo. En España, la tasa de desempleo juvenil se situaba a finales del 2023 en un 28,36%, según datos del INE. Esta cifra es la más alta dentro de los países pertenecientes a la Unión Europea, superando en más de cuatro puntos a su inmediato perseguidor, Suecia. Además, el Producto Interior Bruto español se sitúa en 30.320 euros, unos 7.000 por debajo de la media de la Zona Euro. Todo este escenario genera esa inquietud manifiesta en el análisis de Deloitte.
Desde este medio, se ha difundido una encuesta a miembros de la Generación Z, la cual ha arrojado resultados que difieren de lo mostrado en los informes anteriores. Para los lectores, la mayor preocupación es la educación y la formación académica, seleccionada por el 36% de la muestra. Desde que se tienen registros, España ha obtenido su peor resultado en el Informe PISA (Programme for International Student Assessment), el indicador de rendimiento académico más reconocido a nivel mundial. La nación ha obtenido 0,67 puntos menos de media que la UE y 0,33 más que la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), siendo la diferencia más pequeña jamás registrada con esta última.
Los resultados de la encuesta también están correlacionados con el escenario que se puede observar en una consulta de psicología. Según Lorena Gómez, psicóloga especializada en terapia juvenil, muchos de los pacientes que recibe afrontan dificultades a la hora de gestionar la presión académica. La especialista afirma que en edades más jóvenes es difícil combatirla, «puesto que adoptan una carga de trabajo en casa a la que no han estado acostumbrados nunca», dejando de lado la alta cantidad de tiempo libre de la que disponían previamente.
Además, Gómez destaca que la EVAU (Evaluación para el Acceso a la Universidad) supone también un importante desafío a nivel mental. La psicóloga declara que ha recibido en los meses previos a esta prueba a jóvenes que se hallan en un estado de ansiedad y estrés muy elevado. «Se piensan que si no aprueban la EVAU es el fin del mundo, y eso no es ni mucho menos así», declara la especialista. Además, afirma que varios de ellos acuden a consulta después de realizar los exámenes asegurando que estos eran más fáciles de lo que esperaban. El miedo a una situación desconocida, según Gómez, hace que «por pura condición humana los estudiantes crean unas expectativas de dificultad en muchos casos irreales».
Para gestionar esas situaciones de ansiedad, la psicóloga recomienda una gestión adecuada de los esfuerzos, repartiendo las tareas en pequeñas partes. De esta manera, considera que se reducen los niveles de cortisol, hormona directamente relacionada con el estrés. Por otro lado, recomienda a los docentes presentar las situaciones a las que se tendrán que enfrentar los alumnos «de la manera más realista posible», sin tratar de influir en su pensamiento buscando un resultado en concreto.
«Se piensan que si no aprueban la EVAU es el fin del mundo, y eso no es ni mucho menos así»
Lorena Gómez
Sin embargo, para Gómez existe un factor importante que no ha sido mencionado previamente y que en su consulta representa la principal causa de acudida. Se trata de la vida social de los propios jóvenes. Como indica la psicóloga, las redes sociales pueden ser muy dañinas para algunos adolescentes, ya que «se pueden generar situaciones de acoso prolongado que afectan directamente la autoestima». Además, destaca que la mayoría de los jóvenes «buscan constantemente la aprobación entre sus seguidores», dando pie a que se incrementen sus niveles de ansiedad y adicción al móvil.
Punto de vista sociológico
Según el sociólogo Samuel Guerrero, la principal inquietud de los miembros de la Generación Z es su situación futura y «no quedarse atrás», afirmando que «los jóvenes se preocupan en lograr los objetivos y saber que lo van a escoger les va a catapultar a lo que quieren en el menor tiempo posible». Por ello, el propio Guerrero indica que desde el punto de vista más pragmático hay que «enseñar que la educación es la herramienta básica para sobrevivir y para ser feliz con una profesión». Además, el sociólogo indica que para tener un correcto estatus social y rodearse de buenas amistades, la educación es un pilar fundamental.
El propio Guerrero, sin embargo, se muestra crítico con el sistema educativo, declarando que «no ha tenido en cuenta que las demandas del mercado laboral actual han cambiado». Afirma que en años pasados se requerían más algunas profesiones, pero que hoy en día apartados como la estadística o el big data son vitales en el mundo laboral y no se enseñan correctamente en las aulas. El sociólogo comenta que el objetivo de la educación debe ser «conectar el mundo real y laboral y lo que demanda con las personalidades y con lo que quieren esos chicos».
Guerrero también destaca que el auge de las tecnologías han proporcionado mayores facilidades para establecer vínculos sociales, pero a su vez, indica que esto provoca un gran interés en los jóvenes por «destacar sobre los demás e intentar encajar bien con todo el mundo». Sin embargo, Guerrero declara que debido a esa menor dificultad para relacionarse, los integrantes de la Generación Z «no sufren tanto a nivel social como generaciones más pasadas».
«Los jóvenes se preocupan en lograr los objetivos y saber que lo van a escoger les va a catapultar a lo que quieren en el menor tiempo posible»
Samuel Guerrero
El sociólogo hace referencia al filósofo Zygmunt Bauman, el cual indicaba el cambio drástico de una sociedad sólida a una más líquida. Bauman (1925-2017) define la modernidad líquida como un escenario en el que se han dejado de lado las relaciones interpersonales fuertes y consolidadas para dar paso a otras más frágiles y provisionales. El propio Guerrero afirma que las relaciones actuales «son fluidas y se caracterizan por una mayor apertura», cambiando los roles establecidos por sus progenitores o antepasados.
Además, Guerrero considera que uno de los principales intereses sociales de la juventud es la conexión con otras culturas. Indica que la globalización «ha permitido una conexión entre distintas culturas jamás vista», debido a que existen muchas más facilidades para viajar a lo largo del mundo. El sociólogo santanderino destaca los programas de intercambio como el Erasmus, que según él permite a los estudiantes «saciar esa necesidad de conocer mundo al mismo tiempo que se desarrollan educacionalmente». Además, hace hincapié en redes sociales como Omegle, que permiten interactuar espontáneamente con personas de cualquier parte del mundo.
Poca preocupación política
Tanto en la encuesta realizada por Diario Z como en los informes expuestos en este artículo, no se menciona la preocupación por la vida política. Esta es una clara disparidad con lo observado en la población española en general, ya que según el último barómetro del CIS, relativo al mes de abril, tanto los problemas políticos en general como el mal hacer de los políticos se encuentran entre las diez mayores preocupaciones de los españoles. En la encuesta realizada por este medio, un 2,7% ha seleccionado la política como su principal inquietud.
Rubén Santamaría, graduado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y miembro de Europa Madrid Joven, señala que es notable esa falta de interés en el aspecto político. «Con mi grupo de amigos de toda la vida no puedo hablar de política, porque nadie sabe de ello», declara. El madrileño acusa esa falta de interés a que el panorama político se ha «convertido en un circo», donde no se elaboran propuestas enfocadas a la juventud «construidas desde el sentido común».
Por último, Santamaría destaca que uno de los principales objetivos que tiene dentro de su grupo de trabajo es conseguir unas condiciones de alquiler de inmueble dignas. El politólogo asegura que «entre la poca prosperidad laboral que hay hoy en día y entre que los precios del alquiler están por las nubes, se te va prácticamente todo el sueldo en ello».