La antigua vía de ferrocarril de Astillero a Ontaneda: Un viaje en el tiempo
B.Fernández, Valle de Toranzo, 21 de mayo de 2024
A lo largo del siglo XX, la antigua vía de ferrocarril que conectaba Astillero con Ontaneda jugó un papel crucial en la vida de Cantabria. Aunque hoy los trenes ya no recorren sus raíles, la vía permanece como recuerdo de una época de industrialización y progreso.
El ferrocarril Astillero-Ontaneda fue inaugurado en 1902 y permaneció en funcionamiento hasta 1970. Con una extensión de aproximadamente 40 kilómetros, este ferrocarril no sólo facilitaba el transporte de pasajeros por las localidades que recorría, sino que también era vital para el movimiento de mercancías, especialmente productos agrícolas y mineros.
Durante sus casi siete décadas de operación, el tren se convirtió en una arteria esencial para las comunidades del Valle del Pas. Permitía a los residentes acceder fácilmente a mercados, empleos y servicios en el resto de poblaciones cercanas, incluyendo la ciudad, Santander.
Para las localidades de Astillero, Guarnizo, Renedo, Vargas, Solares, Sarón y Ontaneda, el ferrocarril representaba mucho más que un medio de transporte. Significaba progreso, conexión y oportunidades. Alejandro Herrero, de 94 años y residente en San Vicente de Toranzo recuerda con mucha nostalgia ver pasar los trenes por el valle, “Era casi una fiesta cada vez que llegaba o pasaba el tren, a los chavales nos encantaba verlo todos los días, nos hacía querer ser ferroviarios cuando fuésemos mayores”, comenta. Además se acuerda de cómo su madre esperaba a que llegase el tren para ir al mercado ya que era cuando estaban los productos más frescos.
Los mercados de Ontaneda se llenaban de productos frescos que llegaban cada mañana en los vagones del tren y los mineros de los alrededores utilizaban el ferrocarril para transportar carbón y minerales, lo que impulsaba la economía local y regional.
El Declive y Cierre
Con el auge del transporte por carretera y los cambios económicos de mediados del siglo XX, el ferrocarril comenzó a perder relevancia. La competencia con los camiones y autobuses, sumada a la necesidad de modernización de las infraestructuras ferroviarias, hizo inviable su mantenimiento. En 1970, tras varios años de declive, el servicio fue suspendido definitivamente. El cierre del ferrocarril marcó el fin de una era y supuso un golpe para las comunidades que dependían de él.
Hoy en día, aunque los trenes ya no recorren el trazado, la antigua vía de ferrocarril ha encontrado una nueva vida. En muchos tramos, las antiguas líneas ferroviarias se han convertido en vías verdes, caminos destinados a senderistas y ciclistas. La Vía Verde del Pas, es un popular destino turístico que atrae a visitantes interesados en el ecoturismo y la naturaleza de la región.
El gobierno local y diversas asociaciones están trabajando en proyectos para mejorar y expandir la Vía Verde. Además, se están realizando esfuerzos para instalar paneles informativos a lo largo de la ruta, detallando la historia del ferrocarril y su impacto en la región. Tanto el ayuntamiento de Astillero, Piélagos, Puente Viesgo y Toranzo han apostado siempre por proyectos de rehabilitación y uso de la antigua vía y actual Vía Verde, llevando en numerosas ocasiones propuestas de mejoras de la movilidad sostenible a la Delegación de Cantabria a lo largo de los años, haciendo que no caiga en el olvido y desuso.