Viaje a la ciudad Roja, Marrakech
A tan solo 14km de España se encuentra la frontera con Marruecos, país de mezcla árabe y bereber, ubicado en la costa occidental del norte de África, separado por el Estrecho de Gibraltar. A los 80 minutos de vuelo se puede comenzar a observar las majestuosas edificaciones, luego de un viaje de 2 horas y 15 minutos aterrizamos en el aeropuerto de Marrakech, ciudad conocida por su turismo, diversidad cultural, encanto único y tradición.
Al salir se coge el bus que lleva al corazón de Marrakech, la Medina, más específico la Plaza Jemaa El-Fnaa, que significa “reunión de los difuntos” o “lugar de la muerte”. Seguramente lo llamaron así porque se cree que el Sultán decapitaba a los enjuiciados y exhibía las cabezas alrededor de la plaza o también se cree que viene de “mezquita destruida”, ya que quedó una mezquita inconclusa a finales del siglo XVI.
El viaje a Marrakech fue una decisión inesperada en busca de relajación y salir de la rutina, no solo fue una primera experiencia que marca la vida, sino también desmentir la idea errónea que causa temor a viajar y explorar sola esta ciudad de encanto y variedad cultural.
“¿ESTÁS LOCA?, ¿CÓMO PIENSAS VIAJAR SOLA A UN LUGAR TAN PELIGROSO?, NO ESTÁS PREPARADA PARA VIAJAR SOLA”
Las primeras palabras que escuchas al decir que decides realizar un primer viaje sola son que no estas preparada para salir a explorar y menos a un lugar peligroso que lleva directo a la boca del lobo.
¿Quién sabe cuándo está preparado o no?, si no es ahora ¿Cuándo?, ¿Quién decidió que era peligroso viajar sola a esta ciudad llena de color y tradición?
Al momento de hacer maletas inunda el miedo del que podría pasar, pero ¿No es emocionante probar algo nuevo? es el encanto que tiene lo desconocido, saber que puedes descubrir y a quien puedes conocer. Este viaje no solo sirve para conocer más sobre una nueva cultura, sino también es una oportunidad de autoconocerse más a profundidad y crecer como persona, salir de la zona de confort y aumentar la confianza, apreciar la compañía misma y el tiempo de calidad que se dedica cada uno.
Encuentras amistades y hospitalidad, pero no todo es alegre. ¿Existen situaciones complicadas? Por supuesto que sí, se pasa por momentos de agobio, estafas y miedo. Pero se sabe que sin lo malo, no existe lo bueno y viceversa, es así que hay que saber aceptar todo lo que nos pase y siempre ver el lado positivo de las cosas.
CAMINAR SOLA SIENDO MUJER
El miedo de viajar sola siendo mujer a Marruecos es comprensible, es cierto que al llegar recibes demasiados comentarios e invitaciones insinuosas, al ver turistas con equipaje se acercan lugareños e incluso pueden intentar tener contacto físico, lo cual al inicio asusta, pero a medida que vas explorando la ciudad y se nota más confianza disminuyen estos actos. La gran mayoría de mujeres usan vestidos largos y anchos, ropa no ceñida al cuerpo para adaptarse a la cultura marroquina, pero también hay chicas con minifaldas y tops, claro está que van en grupo y/o acompañada por hombres, al ser así no reciben ningún tipo de comentario ofensivo, ya que en sus tradiciones las mujeres acostumbran solo a mostrar los ojos. Cada vez es más normalizado por los habitantes ver este tipo de vestimenta, aunque se les puede ver la cara de disgusto, otro tema es que también se está normalizando ver a las mujeres fumar, porque para ellos este acto solo lo realizan mujeres de compañía.
En cuanto a la seguridad, Marrakech tiene policías patrullando todo el tiempo, al ser un lugar turístico se protege bastante a los viajeros y en la estadía es difícil presenciar algún robo u otro tipo de problema, todos los turistas tienen el móvil en la mano y el dinero a la vista de todos en lugares concurridos por mucha gente y no hay incidentes.
Siempre encuentras a los policías en los carriles más congestionados, ya que no se hace el uso de paso de peatones y tampoco es muy respetados por los transportistas.
RIAD ÁFRICA
Son 11 minutos caminando desde la Plaza Jemaa El-Fnaa hasta el Riad África, en el trayecto se puede apreciar de telón de fondo la mezquita Koutoubia junto a la mezcla de colores y olores exóticos que envuelve a los sentidos.
Riad se traduce del árabe como “jardín” o “edén”, antiguamente eran las casas de familias numerosas que resaltan por su decoración y un patio central representativo que tiene elementos naturales como fuentes de agua o flores.
Que mejor que vivir una experiencia completa alojándose en un lugar tradicional. Al llegar lo primero que resalta es la piscina y decoración color rojo, dorado y beige con toques de madera.
Luego de un vuelo no tan cansado, los encargados que son personas muy hospitalarias y amables reciben a los viajeros. Se procede a dejar el equipaje en las habitaciones asignadas, en esta oportunidad “serendipia”, que significa “hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual” y salir a explorar un poco la zona.
A la mañana siguiente el desayuno servido espera en la terraza, el día es soleado y fresco, clima perfecto para embarcarse en una excursión y conocer la cooperativa de mujeres argán, distintos valles como Imlil, Asni y Amizmiz, también visitar las montañas del Atlas y sus cascadas, finalmente terminar el recorrido con un paseo en camello por el desierto Agafay.
COOPERATIVA DE MUJERES ARGÁN
El argán o también conocido como “oro líquido” en Marruecos por su contenido de omega 3, omega 6, vitamina E y antioxidantes que se encuentra en distintos productos de belleza, así también en comidas es producido por estas mujeres que despiertan al alba y hacen todo el trabajo manual.
Al llegar te hacen pasar a una pequeña sala donde ofrecen té de menta y pan con 3 salsas diferentes, la primera miel, la segunda una crema de nueces de argán, y por último aceite de argán. Luego de la degustación se puede observar su forma de trabajo y cómo se crea el aceite de argán. Se cosechan las nueces y se hace secar al sol, se despulpa manualmente y pasa a ser triturada hasta obtener una forma líquida y ser filtrada.
También se puede adquirir productos de belleza hechos por ellas y muestras gratis.
VALLES IMLIL, ASNI Y AMIZMIZ
A 35 km de Marrakech se encuentran estos valles que resaltan por su belleza natural y conocido por ser la principal base de ascensiones a las cumbres más altas del Alto Atlas de Marruecos.
Al llegar se realiza una caminata de aproximadamente 1h, en la cual observas hermosos paisajes naturales como las montañas nevadas del Atlas, pequeños riachuelos y un camino de frondosa vegetación, en especial de flores de cereza. En el camino se puede ver los pequeños comercios de los bereberes, personas autóctonas de África del Norte, asimismo a las mulas como su medio de transporte y niños jugando por las montañas.
MONTAÑAS Y CASCADAS ATLAS
Después de una caminata por los valles frondosos y rocosos se llega a las cascadas del Atlas, en total existen 7 cascadas alimentadas por el Alto Atlas. Perfectas para refrescarse y tomar un descanso admirando el entorno natural, conectar con la naturaleza y respirar un aire puro y limpio, también se puede comprar bebidas y comida.
DESIERTO AGAFAY
Para terminar el recorrido, al descender de las montañas se encuentra Agafay, un desierto de terreno duro y sequedad extrema, no se encuentran dunas ni oasis de palmeras, es un desierto donde se puede disfrutar el silencio y mirar al infinito como si nunca acabara.
Al llegar sirven el tradicional té de menta y te visten con su ropa tradicional, un vestido largo y un turbante para protegerse del sol, al terminar el té esperaba Paco, un camello fuerte y robusto que transporta a los turistas por medio del desierto y regala una experiencia nueva y divertida en la vida.
PLAZA JEMAA EL-FNAA
Famoso y reconocido patrimonio cultural por la Unesco, todo gira en torno a esta plaza, al llegar se nota la diversidad cultural y tradicional. En las mañanas es un animado mercado, los jugos de fruta son lo mejor para refrescarse y dar un paseo, mientras que en la noche se convierte en un espectáculo alegre de música, danza y vendedores ambulantes, dejarse llevar por el ambiente del lugar y probar su gastronomía de los pequeños comercios de comida es su encanto. La famosa Tanjia de cordero, que por su peculiar forma de cocción llama la atención y es un acierto total, mientras te embelesas por el sabor de la comida te empiezan a traer más platillos que no haz pedido, en un principio piensas que es cortesía o son complementos del platillo, a mala suerte a la hora de pedir la cuenta cobran cada complemento, aunque gracias a este error puedes degustar la ensalada marroquina, galette y pastilla.
ZOCOS
Conocido por ser el mercado del regateo, donde el precio llega a bajar hasta más del 50% , existen diferentes zocos en Marrakech, pero es sin duda mejor ir a comprar a estos lugares que en la plaza, el ambiente es un poco más calmado y se puede hablar mejor.
Cuando estas en la plaza El-Fnaa, ten cuidado con las estafas e incluso con que te obliguen a pagar más por las cosas, por ejemplo al hacerse un tatuaje de henna pueden aumentar el precio al finalizar el tattoo y no te dejan ir hasta pagar el precio que quieren, como de 80 dirhams pueden llegar a pedir 300 dirhams.
Siempre tienes que estar atento si viene alguna moto, a pesar de que las calles serpenteantes son angostas pasaban demasiados motorizados y no respetaban a los transeúntes.
TUMBAS SAADÍES
Sitio histórico y tesoro arquitectónico, lugar donde descansa la dinastía Saadí y el mismo sultán Ahmad al-Mansur que gobernó Marruecos en el siglo XVI y XVII.
Es una joya de la arquitectura islámica y con sus intrincados azulejos de cerámica, al entrar al recinto se puede sentir la historia que pasó dentro de sus muros, tiene un jardín bien cuidado que alberga las lápidas de mármol talladas de los príncipes y princesas Saadíes.
Para poder ver la tumba del sultán tienes que hacer una fila de aproximadamente 45 min bajo un sol ardiente, la cual sin duda vale la pena, ya que el diseño y azulejos son un deleite para la vista. Estas tumbas son la testificación de la riqueza cultural y arquitectura de Marruecos.
PALACIO BADÍ
Hecho a base de adobe y columnas gruesas, se puede presenciar el transcurrir del tiempo entre sus paredes desgastadas, la historia del Palacio Badí es de una de riqueza efímera, ya que el sultán Ahmad al-Mansur lo construyó a finales del siglo XVI con los mejores materiales y llena de oro, pero no duró mucho ya que a los 100 años fue saqueada y quedó en ruinas. Pero no por eso se hace menos el Palacio, ya que se puede sentir la majestuosidad de sus salones y arquitectura.
Al entrar encuentras una exposición sobre la fundación de Marruecos y como fue cambiando a lo largo del tiempo, asimismo restos de la arquitectura y su historia. Cuenta con un hermoso y amplio jardín,también con 2 piscinas que servían para celebrar grandes fiestas y recepciones a personajes importantes de aquella época.
LOS ANIMALES
Durante el viaje a esta ciudad de inabarcable variedad no puedes evitar notar las condiciones deplorables en la que viven los animales y la falta de concienciación.
La explotación de los caballos como medio de transporte para la recreación de los extranjeros bajo el intenso sol, sin descanso, ni comida y agua durante largas horas mientras son azotados para obligarlos a continuar y domarlos.
También recalcar que no todo es malo, en el caso de los gatos callejeros, observas en distintas ocasiones que hay señores que se encargan de limpiarlos y darles de comer.
Como viajeros, es importante tomar conciencia y no promover negocios de explotación. Asimismo Marrakech es un destino turístico de exuberante belleza e historia, capaz de ofrecer distintas actividades al gusto de cada uno. No todo es tan malo como lo cuentan y es bueno aventurarse a salir de la zona de confort y experimentar las cosas por sí mismo.