Suiza gana y España desilusiona en un Eurovisión marcado por la polémica con Israel
Tras una semana llena de polémicas externas a lo musical, fue Nemo, el representante de Suiza, quien llevó a su país a la victoria en la 67. ª edición del Festival de Eurovisión. España se tuvo que conformar con un puesto 22 lejos del objetivo optimista del top diez e Israel fue la gran triunfadora del televoto, siendo la más votada por los espectadores y consiguiendo los doce puntos del público español.
Suiza, el país donde nació Eurovisión, puso fin a 36 años de sequía ganadora con ‘The Code’, una canción en la que su representante, Nemo, expresa su lucha interior y exterior para asumir su identidad de género como persona no binaria. “Fui al infierno y regresé para encontrar el camino. Rompí el código”, grita en el estribillo un Nemo que enlaza su victoria con otras muchas del colectivo LGBTQI en Eurovisión, incluidas las de la israelí Dana International en 1998 o el austriaco Conchita Wurst en 2014. Aunque la propuesta del representante suizo, que de los nervios rompió el trofeo durante la celebración, estaba entre las predilectas de los eurofans, Croacia era la favorita de las apuestas con Baby Lasagna, aunque finalmente quedó en segunda posición con 547 puntos gracias al voto del público.
La anterior victoria de Suiza en Eurovisión vino de la mano de Céline Dion en el 1988
‘Zorra’ quedó en un puesto 22 que solo sirve a Nebulossa para alargar la sequía eurovisiva de España a un total de 56 años, la más larga de un ganador del certamen. El dúo, formado por Mery y Mark, cuajó una enérgica actuación en la que los eurofans presentes en el Malmö Arena de Suecia corearon el “soy más zorra todavía” a viva voz, aunque este apoyo no fue apreciable en el momento del reparto de puntos. Nebulossa volvió a España con 30 puntos, 19 otorgados por los jurados nacionales y 11 por el televoto, que lejos quedan de los 591 conseguidos por el representante suizo. La 3.ª posición conseguida por Chanel en 2022 ya se siente como un espejismo, pues España ha estado entre las cinco últimas canciones hasta en siete ocasiones durante la última década.
Estas han sido las clasificaciones de España en Eurovisión:
España ha ganado en dos ocasiones y fue en años consecutivos: en 1968 con el ‘La, la ,la’ y en el 1969 con ‘Vivo cantando’
Pese al buen nivel musical, el foco estuvo en la participación de Israel. La representante israelí, Eden Golan, superó la segunda semifinal en primera posición, en un ambiente mucho más calmado del que se encontraría el sábado. El evento se celebró en Malmö, la ciudad sueca con más habitantes de origen palestino, y las protestas en los alrededores del pabellón fueron numerosas. Al rechazo de los protestantes a la participación de Israel por sus ataques a Gaza, se unió la presencia de la marca israelí, Moroccanoil, como principal patrocinador, razón por la que muchos justifican la no expulsión del país por motivos políticos, como sí ocurrió con Rusia.
Ya en la gran final, el público recibió con pitos y abucheos a la cantante israelí en el desfile inaugural de banderas previo a las actuaciones. Cuando llegó el turno de cantar en quinto lugar, las quejas del público no cesaron, y fueron ensordecedoras cuando Martin Österdahl, supervisor ejecutivo del Festival, repartió los puntos del jurado de Países Bajos, nación ausente debido a la descalificación de Joost, que había tenido roces con la delegación y los periodistas israelíes durante la convivencia.
Horas antes del comienzo del gran evento, el representante holandés fue expulsado de la final por agredir a un miembro de producción y, más tarde, la televisión holandesa publicó un comunicado donde explicó el altercado en el que se vio envuelto su representante, aclarando que Joost “fue grabado cuando acababa de bajar del escenario y tuvo que correr hacia la Green Room” y que, tras indicar en repetidas ocasiones su deseo de no ser filmado, realizó un “movimiento amenazador frente a la cámara sin llegar a tocarla”, aclara la cadena pública de los Países Bajos.
La polémica con la participación de Israel comenzó meses antes de la celebración del festival. Israel había presentado dos canciones para el certamen, ambas rechazadas por la organización por considerar que las letras hacían mención al ataque de Hamás del 7 de octubre. Aunque inicialmente la televisión pública israelí se mostró totalmente contraria a hacer los cambios que la UER (Unión Europea de Radiodifusión) exigía, finalmente cedió, empujada por el presidente de Israel, Isaac Herzog, que intercedió en el conflicto. «Creo que es importante que Israel aparezca en Eurovisión y eso es también una declaración, porque creo que hay enemigos que intentan expulsarnos de todos los escenarios», manifestó Herzog.
Los eurofans convierten la sala de cine en el Malmö Arena cántabro Cada vez son más comunes las fiestas para ver Eurovisión, por ello, la sala 8 de los cines Cinesa, en el Corte Inglés de Santander, se transformó en una fiesta eurovisiva durante la gran final. Lejos queda el ambiente silencioso propio del visionado de películas para dar paso a los gritos de “zorra, zorra” de los espectadores. Para Maria Elustondo, que siempre ha visto el festival en casa, esta ha sido una experiencia nueva. “La gente cantó en un par de canciones y aplaudió mucho cuando acabó la actuación de España”, destacaba María. “Compré las entradas cuatro días antes y la sala estaba llena”, comentó la eurofan acerca del aforo. También afirmó que entre los asistentes “había personas de todas las edades”, demostrando que Eurovisión es un fenómeno que trasciende generaciones. Familias, grupos de amigos y aficionados al festival se unieron en una celebración colectiva, compartiendo los altibajos del evento. |