Ángel Arronte, ganadero y veterinario: “Hay una falta de relevo generacional terrorífica, nadie quiere vivir en el mundo rural”
El sector primario y, en especial, la ganadería atraviesa por un momento delicado en la comunidad de Cantabria que, a pesar de continuar siendo la tercera autonomía en producción de leche en España junto a Asturias y Galicia, ha sufrido un descenso de ganaderos y de leche entregada a las fábricas lácteas. Según los últimos datos recogidos en marzo de 2024 por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE), 831 ganaderos laboran en explotaciones al tiempo que 34.441 litros de leche son proveídos, lo cual refleja un contraste latente en relación al 2001, donde se observa el auge vivido por la profesión con 3.811 trabajadores y casi medio millón de litros de lácteo generados (487.244).
Las condiciones actuales no ayudan al levantamiento de un sector “olvidado” y “poco querido”. Ángel Arronte, veterinario de profesión y partícipe de la tercera generación de ganaderos en un pueblo costero de la región llamado Loredo, expone las problemáticas que presenta a día de hoy esta “sufrida” labor. Desde la controversia surgida a raíz de la contaminación del purín, donde la reacción del Ministerio de Agricultura fue aprobar el “Real Decreto por el que se establecen normas para la nutrición sostenible en los suelos agrarios”, hasta la falta de atención por parte de veterinarios de campo, debido a la tendencia actual de trabajar en clínicas, componen algunos de los aspectos que más preocupan al mundo rural.
A su vez, el pequeño de la familia Arronte comenta que los precios de la leche y las condiciones laborales han mejorado, pero el sistema administrativo supone “un rompedero de cabeza” para la profesión y propone una reducción burocrática. Asimismo, el regente de la ganadería de Loredo manifiesta una escasez de mano de obra juvenil: “Vamos a quedar muy pocos”. Sumado a esto, explica su punto de vista sobre las manifestaciones, a modo de tractoradas, llevadas a cabo tanto en Cantabria como en otros lugares de España, y opina que conllevan a soluciones políticas “volátiles”, donde los altos cargos prometen sacar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) o aplicar la ley de la cadena alimentaria, pero “pasa el tiempo y aquí no se ha hecho nada”.
El administrador de SAT Arronte argumenta cómo el futuro de la ganadería pasa por las nuevas tecnologías y, así, lograr solucionar la decadencia de profesionales en el ámbito. Este considera como algo “necesario” y “primordial” para la sostenibilidad del mercado que el día de mañana los jóvenes piensen que “no es un trabajo tan duro, es bonito, estoy entre animales y puedo ser mi propio jefe” y asegura que la gente busca una comodidad de horarios que el ámbito bovino no puede ofrecer.
“Hay que hacer que el sector sea más atractivo de cara a las nuevas generaciones”
Aparte, Arronte analiza la situación actual de la ganadería española en relación al resto de ganaderías mundiales, donde se sitúan Estados Unidos e Italia como líderes en potencia y muestra su disconformidad ante las nuevas corrientes que critican la calidad del producto de la leche y la forma de trabajar de los ganaderos, donde atribuye el problema a “la ignorancia ciudadana” y al “pensamiento animalista” surgido en los últimos años.