Bridgestone y Solvay buscan reinventarse en pleno declive de la industria del Besaya
La comarca del Besaya continúa su recesión industrial en este 2024. Dos de las mayores plantas de la zona atraviesan dificultades que afectan a su personal, consecuencia de las bajas exportaciones y la mayor eficiencia económica de sus competidores asiáticos. En el caso de Solvay, la factoría ubicada en Barreda ha anunciado una reducción del 30% en sus niveles de producción. Por su parte, la fábrica de Bridgestone de Puente San Miguel parará su actividad en 104 días a lo largo de este año, a raíz de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
En lo que respecta a Bridgestone, dicho ERTE fue firmado de forma unilateral el pasado 11 de diciembre, después de no lograr un pacto con los sindicatos. Sin embargo, la Audiencia Nacional citó el 19 de marzo a los integrantes del Comité Intercentros de la empresa, declarándolo nulo debido a un defecto de forma. La Sala de lo Social alegó que el fabricante de neumáticos no justificó claramente el descenso de ventas y su bajada en la producción, recalcando la falta de datos “auditables”. El magistrado otorgó un plazo de dos semanas para renegociar las condiciones.
Finalmente, tanto la compañía como la Representación Legal de los Trabajadores firmaron un acuerdo el 26 de marzo, con una mayoría constituida por los sindicatos UGT, CC.OO. y BUB, que representan al 85% de los empleados. Dentro de las condiciones económicas pactadas, destaca la aportación del 100% de los complementos salariales durante los tres primeros días de afectación de cada trabajador, siendo otorgado a partir del cuarto día el 85% del salario fijo a modo de complemento de prestación por desempleo.
- La petición para aplicar la flexibilidad laboral quedó desestimada, dando la razón a la empresa
Según Ricardo Prieto, director de Servicio Técnico de la planta de Puente San Miguel, esta situación es consecuencia directa de una bajada de la demanda, la aparición de compañías de bajo coste y la ganancia de competitividad de los productores asiáticos. Prieto, a su vez, afirma que se opta por el ERTE como «medida de protección de la gente», resaltando que «podría haber opciones mucho más agresivas». También destaca que la factoría mantendrá su número de empleados, como mínimo, hasta marzo de 2025, donde se espera que la situación económica sea más favorable.
A diferencia de muchas industrias de la región, Bridgestone se ha visto beneficiada por la pandemia de la COVID-19. En palabras de Prieto, la crisis sanitaria provocó que otras manufactureras asiáticas redujesen su actividad, mientras que en la multinacional japonesa fueron capaces de «suministrar al mercado». Del mismo modo, el colapso del Canal de Suez también influyó positivamente a la compañía al existir un corte en los medios de distribución. Sin embargo, el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha repercutido negativamente, ya que se ha dejado de exportar materias primas de origen ruso, adquiriéndolas en su defecto en otros países de Europa del Este a un mayor precio.
Actualmente, la fábrica está centrada en la producción de cubiertas agrícolas, aunque existirán cambios en la producción de estas con fines de lograr una mayor competitividad. Prieto indica que habrá una desvinculación con la marca de Firestone, filial americana del grupo Bridgestone. Además, se apostará por la creación de un producto “premium”, realizado con materias primas y procesos de máxima calidad, dejando de lado aquellas manufacturas con poco beneficio. Prieto considera que es una estrategia «arriesgada en el sentido de que el mercado te tiene que comprar el producto».
«Es necesario un mejoramiento de la estrategia en zonas de mercado con alto valor añadido»
Ricardo Prieto, director de Servicio Técnico de la planta de Puente San Miguel
La nueva apuesta de Solvay
En octubre del pasado 2023, Solvay anunciaba una reducción de un tercio de su producción en la fábrica de Barreda. Tras una reunión de los altos ejecutivos de la multinacional belga, se elaboró un comunicado donde se notificó un futuro cambio en los procesos productivos de todas sus factorías en Europa. La empresa química procedía a disminuir su producción de bicarbonato genérico, destinado a la industria, para centrarse en el bicarbonato sódico. Este último ha sido la principal fuente de ingresos de la compañía en los últimos años, siendo vendido en su mayoría a farmacéuticas.
Pese a estos recortes, la plantilla de la fábrica no se ha visto afectada. Como indica Gema García, directora de Mantenimiento de la planta de Barreda, se está llevando a cabo una negociación con el sindicato UGT, con el fin de generar el mínimo daño posible a los trabajadores. El número de empleados podría disminuir en un futuro, pero sería como consecuencia de jubilaciones y no de despidos.
Según García, este decrecimiento en la actividad viene fundamentado por el reciente hallazgo de varias minas de bicarbonato sódico en Turquía y Mongolia. Pese a contener varias impurezas, García declara que los costes de explotación son mucho más baratos, al ser un material de origen natural. De este modo, las empresas que trabajan en estos yacimientos gozan de una mayor competitividad. A su vez, García destaca la aparición de varias empresas químicas en China, que aumentan la dificultad para posicionarse en el mercado.
Transición energética
En el mes de enero, se abrió el plazo de solicitud de fondos europeos destinados a la reducción del carbón en los procesos industriales. Solvay solicitó dicha financiación para todas sus plantas en suelo europeo, siendo aceptadas ya en la mayoría de estas, como indica García. Sin embargo, en la planta de Barreda aún no están aplicados los fondos, ya que se requiere de la mediación del Gobierno de España, el cual no ha iniciado aún con el proceso de evaluación.
En teoría, la ayuda económica estaría valorada en unos 1.000 millones de euros e iría ligada al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica. La principal innovación sería la construcción de una caldera de biomasa, valorada en 140 millones de euros, con la que se lograría reducir considerablemente las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Además, su realización implicaría una mayor eficiencia económica a largo plazo, al reducir el coste en combustibles fósiles.
«Sin transición energética no hay fábrica»
Gema García, directora de Mantenimiento de la planta de Barreda
Desafíos de la industria cántabra
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de empleados de la industria extractiva y manufacturera se ha reducido un 1’3% en el año 2022. Esta cifra se contrapone a la tendencia observada en los últimos años, donde únicamente en 2020 existió pérdida de empleo, en un contexto marcado por la pandemia de la COVID-19. Según Isabel Cuesta, directora general de la CEOE, las empresas intensivas en energía son las que mayores dificultades están experimentando, como es el caso de una compañía intensiva en calor como Solvay. Además, afirma que el principal reto de la industria cántabra como conjunto es la transición ecológica, proceso en el que está sumergida la compañía belga.
«Se tiene que apoyar de forma decidida la industria que tenemos, porque es generadora de empleo de calidad»
Isabel Cuesta, directora general de la CEOE
La CEOE, junto a la Sociedad para el Desarrollo de Cantabria (Sodercan), ha desarrollado el proyecto Industria Base del Desarrollo Sostenible, el cual está dirigido a estudiantes de secundaria y de Formación Profesional. Según Sodercan, está destinado a «poner en valor esta realidad y apuntar las líneas de desarrollo en el futuro». En este programa, están involucrados, entre otros, el torrelaveguense IES Besaya o la propia Solvay.
Gran noticia, me encantó la redacción y el tema era importante. Éxitos.