Adentrados en la religión musulmana en el mes de Ramadán
Musulmán esperando en la entrada de la mezquita, Arnedo / DANIEL MARTÍNEZ ESCUDERO
En España, hay unos 2,4 millones de musulmanes, que representan el 5% de la población total del país. Este año el mes de Ramadán empezó el 11 de marzo de 2024 y finaliza el 9 de abril, durante este período de tiempo a la población musulmana le está prohibido realizar varias acciones como beber, comer, fumar o mantaner relaciones sexuales desde que sale el sol hasta su puesta. La conexión espiritual con la religión y entre la comunidad musulmana se fortalece, originando oraciones especiales en las mezquitas y comidas comunitarias.
Durante este mes sagrado, en el que Alá hizo descender el Corán a la Tierra, la comunidad musulmana se encuentra más conectada con la religión. El número de creyentes que se acercan a las mezquitas aumenta considerablemente, como manifiesta Siham, «en Ramadán ves gente en la mezquita que no asiste durante el resto del año y en este mes les ves en ella». El aumento de la fé entre los musulmanes y Alá, se debe a que las bendiciones cobran más fuerza en cada rezo que se realiza.
El mes de Ramadán requiere que los musulmanes se abstengan de sus deseos y necesidades básicas como la comida, la bebida y la práctica de relaciones sexuales. Cada año, el ayuno durante éste mes sagrado brinda a los musulmanes la oportunidad de controlar sus deseos humanos. Sin estas distracciones, los musulmanes aumentan su conexión con Alá. Ouadi explica que «se puede ayunar a lo largo de todo el año porque es una acción positiva para nosotros, pero en el mes del Ramadán como musulmán, tienes la obligación de hacerlo».
- Los musulmanes comienzan el Ramadán una vez ya se han convertido en adultos
Los musulmanes suelen empezar a hacer el Ramadán cuando comienza la época de la pubertad. En el caso de los niños es cuando les empieza a crecer vello púbico y en el de las niñas en el año en el que tienen su primera menstruación. Aya, musulmana de 13 años, explica que «el hecho de ver a gente de mí alrededor haciendo el Ramadán es de gran apoyo para mí a la hora de hacerlo».
Sin embargo, hay algunas personas que quedan exentas de hacerlo, es el caso de las mujeres que están con la menstruación, los enfermos y en algunos casos deportistas. A todos ellos se les permite comer y beber. Ouadi aclara que «cuando estás enfermo no se te está permitido ayunar». En el caso de las mujeres deben recuperar los días de período en los que se han saltado el ayuno, pueden hacerlo en cualquier momento del año. Estos días se pueden recuperar de forma salteada, no tienen porque ser seguidos, pero deben hacerlo antes del próximo Ramadán.
Comida típica de Ramadán/ DANIEL MARTÍNEZ ESCUDERO
- Siham: «Es un mes en el que la comunidad musulmana está más unida».
Hay numerosas comidas típicas del mes de Ramadán que se realizan para romper el ayuno, pero Siham afirma que «las que más se suelen consumir son los dulces típicos ya que contienen muchos carbohidratos y proteínas que te ayudan a coger energías para el resto del día». Durante este mes, los musulmanes se reúnen en sus casas con familiares y amigos para comer. Siham asegura que «es un mes en el que la comunidad musulmana está más unida».
En la mezquita se hacen comidas a las que acuden creyentes a romper el ayuno, como los chicos solteros y los estudiantes que no pueden preparar la comida, ya que son las mujeres las que se suelen encargar de hacer las comidas. Siham explica que «a lo largo de este mes diferentes personas se encargan cada día de preparar alimentos que llevan al lugar sagrado donde puedan comer las personas que no pueden hacerse la comida».
Decoración en el mes del Ramadán
Para los musulmanes que residen en España es difícil sentir el mes del Ramadán como sí se siente en el país la Navidad o la Semana Santa con actividades y decoraciones en las calles de las ciudades que avisan la llegada de estas festividades. Por ello son muchos los musulmanes que ponen decoración típica para que el ambiente de Ramadán invada sus hogares. Siham explica que «en mí casa lo hacemos sobre todo por mí hermana de 5 años, ya que es un tema que no se habla en clase y queremos que igual que los niños cristianos disfrutan de la Navidad, ella lo haga del Ramadán».
Decoración en un hogar musulmán/ DANIEL MARTÍNEZ ESCUDERO
Actividad física en Ramadán
Debido a la prohibición de beber agua y comer, realizar actividades físicas durante el mes sagrado puede ser peligroso. Pese a ésto para muchos musulmanes es inevitable hacerlo, bien sea por trabajo o por ocio. Para una adolescente como Aya, hacer deporte es algo habitual en su rutina diaria y explica que «al desayunar bien no tengo la necesidad de almorzar y cuando hago deporte al ser por la tarde, al acabar suele faltar poco para poder cenar». Ouadi matiza, «ahora no cuesta tanto, en el verano de hace cuatro años tenías que ayunar desde las 04:30 hasta las 21:00 y con el calor del verano era más duro».
La sociedad musulmana en España
Con el paso de los años se está abriendo cada vez más la libertad en la sociedad musulmana y ésta se ha ido adaptando a España. Pero como dice Siham, «todavía se emplea muchas veces la religión para prohibir de realizar cosas a otras personas con prohibiciones que en realidad no existen». Ya que para una sociedad eminentemente religiosa en la que un 80% de la población es creyente, es muy fácil manipular a conveniencia recurriendo a la religión. Ella misma explica que el Corán dice que cuando una niña se convierte en mujer tiene que decidir si llevar velo o no, pero que en muchos casos esa decisión no depende de ella, sino de su familia.
Siham sonriendo con velo / DANIEL MARTÍNEZ ESCUDERO
Siham cuenta que en el instituto sufrió un ataque por parte de una profesora por el hecho de llevar velo. La profesora le dijo que con él en la cabeza no iba a evolucionar y a pesar de este comentario lo siguió llevando con más orgullo, y defiende que el velo le tapa el pelo, pero no el cerebro. «A mi me da igual que alguien lo apoye o no, pero que lo respeten».
Siham ha estudiado higiene bucodental y aspira a estudiar odontología, agradece, «tengo la suerte de que mi padre me ha dejado estudiar, pero si no me hubiera dejado, él lo que haría sería intentar todo lo posible para que no estudie diciéndome por ejemplo que la religión dice que está mal, porque al ser religiosa hubiese cedido».