¿Son cómo pensamos la gastronomía mediterránea y la americana?
La gastronomía es uno de los factores claves de la cultura de cada país, etnia o sociedad. La dieta mediterránea es considerada por la OMS patrimonio inmaterial de la humanidad mientras que por otra parte la dieta estadounidense es considerada una de las peores del mundo a nivel de salud y nutrición.
Históricamente países como España e Italia tienen una tradición gastronómica muy rica debido al antiguo imperio romano y sus hábitos de consumo. Además de la gran importancia que se otorgaba a la gastronomía en la antigua Roma, esta zona del Mediterráneo ha sido siempre un gran campo de cultivo para cereales como el trigo y frutas y verduras como las naranjas, las cebollas, las olivas o los tomates. El clima neutro en muchas zonas del Mediterráneo permiten que los agricultores hayan podido cultivar y recolectar gran variedad de productos a lo largo de los siglos.
Al otro lado del charco en Estados Unidos, la gastronomía es completamente distinta. La confluencia de etnias, comunidades y nacionalidades convierten a este amplio país en uno de los países más ricos del mundo culturalmente. La diversidad del país americano y su amplitud permite que la variedad gastronómica sea muy importante entre sus habitantes. Además, la gastronomía estadounidense esta muy influida por la exportación de frutas y hortalizas de países europeos y la inversión económica que esto supone.
Desde Madrid hasta Brooklyn, la gastronomía es sin duda un factor muy influyente y que cobra una gran importancia en la vida de las personas. En un país bañado por el Mediterráneo como España, el normal encontrar productos de calidad y frescos por precios razonables en los supermercados por lo que las familias españolas se alimentan a diario con productos nacionales o de buena calidad. El consumo de alimentos como el pollo o las hortalizas es característico de la dieta mediterránea, pero si hay algo que no puede faltar en esta, es el aceite de oliva. En Europa cada vez es más caro y difícil encontrar aceites de oliva de calidad pero no tan complicado como en Estados Unidos. Allí una botella de un litro de aceite de oliva puede llegar a costar el doble o incluso el triple que en los paises europeos.
La gastronomía Estadounidense esta muy influida por las culturas latinoamericanas, asiáticas e incluso europeas en muchas ocasiones. En la gran ciudad de Nueva York donde reinan en ruido y el bullicio, es lo normal almorzar en la calle o en el trabajo por lo que la alimentación de la mayoría de habitantes de la ciudad que no duerme comen por la calle recogiendo sus comidas diarias en cadenas de comida rápida o preparada. Por otra parte si sales de la zona de Manhattan que se encuentra en el corazón de esta gran ciudad, puedes encontrar barrios como harlem donde la cultura sureña invade las calles o Little Italy, donde el aroma a comida Italiana es inconfundible.
A pesar del ritmo frenético de la sociedad norteamericana, no faltan lugares donde disfrutar de una buena comida. La multiculturalidad es un factor importante que permite que tanto los americanos tanto como los millones de turistas que visitan este pais cada año puedan probar la gastronomía de distintos paises y disfrutar de ella tanto como en su nación de origen.
La problemática salud y enfermedades como la obesidad en Norteamérica está muy influida por los precios de alimentos saludables como frutas y verduras y la facilidad e inmediatez de las cadenas de comida rápida hoy en día. En un mercado de Nueva York poco más de 400 gramos de cebollas puede llegar a costar cuatro dólares que son casi cuatro euros mientras que en España un kilo de estas mismas cebollas tiene el mismo coste. Esto propicia que la mayoría de la sociedad en este país opte por la opción más economíca que es comer en restaurantes como Chick Fill A, Wendys o decidan desayunar en Dunkin Donuts o Krispy Korean en vez de tomar su café mañanero en su apartamento.
Se tiende a pensar que la gastronomía estadounidense es única y exclusivamente comida rápida o “basura” y aunque en las grandes ciudades sea habitual, los americanos disfrutan de gastronomías como la mejicana, la china o la italiana en su día a día. Desde el punto de vista europeo y mediterráneo, esta comida es de mala calidad e insalubre aunque comida rápida e insalubridad no van necesariamente de la mano. Muchas cadenas de comida rápida ofrecen a la sociedad americana comidas saludables como ensaladas y platos combinados que cumplen a la perfección las calorías y nutrientes necesarios para cada una de las comidas.
La moda de la gastronomía saludable y ecológica se esta apoderando poco a poco de la sociedad estadounidense aunque para muchos americanos es prácticamente insostenible económicamente. Muchos por falta de tiempo y otros por nivel económico, siguen viendo más viable comer un perrito caliente o una hamburguesa de dos dólares en la calle antes que gastarse casi 40 por una comida sana y equilibrada.
En definitiva la gastronomía americana y la mediterránea son polos opuestos. La mediterránea es de las más saludables y equilibradas del mundo mientras que la americana combina diversidad y amplitud. Como siempre, el sentimiento de pertenencia y el patriotismo llevan a cada habitante a pensar que la comida de su país es la mejor sin comprobar que, la gastronomia al otro lado puede aportar un nuevo sabor, un nuevo sentimiento o una nueva forma de ver a los países de la otra parte de occidente.