Iván Cobo: «En ese momento me quería morir»
El 14 de marzo será un día que quedará grabado por siempre en la memoria de Iván Cobo. El ciclista de El Astillero partía como líder de la clasificación general del Tour de Taiwán, en lo que era hasta la fecha su mayor logro como profesional. Su valentía había dado fruto en la jornada anterior. Consiguió marcharse en solitario y, aunque fue cazado en los kilómetros finales, un quinto puesto le permitió hacerse con el maillot amarillo. Aventajaba en dos segundos al japonés Yuma Koishi y al australiano Carter Bettles, sus inmediatos perseguidores. Con sólo una etapa relativamente sencilla por delante, cualquiera hubiese dado por hecho el triunfo de Cobo. Sin embargo, el ciclismo guardaba un duro desenlace para él y su equipo.
Cobo llegaba a Taiwán después de cosechar su mejor actuación como profesional en el Tour de Omán. Finalizó noveno en la general, con dos top diez parciales. El ciclista cántabro se presentaba en la prueba con plena confianza en sí mismo, sintiéndose «demasiado bien» y dando sus mejores cifras en los entrenamientos. El propio corredor justifica la subida de rendimiento con una mejor preparación en pretemporada, afirmando que «cada año te pones un poquito más las pilas». Además, declara que ha tenido un invierno sin contratiempos, librándose de enfermedades o de las habituales caídas en las primeras carreras del año.
- Iván Cobo logró su mejor resultado como profesional en el Tour de Omán, con una novena posición
Desde el comienzo de este Tour de Taiwán, Cobo se mostró como uno de los más fuertes de la carrera. En la segunda etapa, el cántabro se hizo con la segunda plaza, al finalizar detrás del británico Mason Hollyman (Israel – Premier Tech). Ambos corredores llegaron destacados sobre un grupo de 19 unidades, logrando una ventaja de ocho segundos en un Tour de Taiwán que tiende a decidirse por diferencias mínimas. El ciclista del Kern Pharma se mostró en la línea de meta «con una rabia que no podía más», ya que se sentía el más fuerte de la carrera.
Esa misma sensación fue la que experimentó en la cuarta etapa. Cobo logró escaparse en solitario en la parte final de la ascensión al templo de Shuan Zhang. Sin embargo, en un terreno posterior más favorable, el conjunto Israel – Premier Tech se organizó en la caza y atrapó al cántabro a unos diez kilómetros del final. Justo al cruzar la meta, la rabia hacía presencia nuevamente en la figura de Cobo. No había logrado el objetivo inicial, bonificar en meta. Debido a las energías gastadas en su escapada, no pudo pelear por las tres primeras posiciones que otorgan segundos extra.
En un principio, Cobo daba por perdida la batalla por la general. Sin embargo, no contaba con el corte que se formó a partir de la décima posición. Los tres segundos que se dejaba Yuma Koishi (JCL Team Ukyo) permitían al del Kern Pharma situarse al frente de la clasificación. De un momento a otro, Cobo se veía ya como ganador del Tour de Taiwán. Su primera reacción fue esbozar un «me cago en diez, ya está». Finalmente, el desenlace iba a ser bien distinto.
«No sabía la que me venía encima al día siguiente»
Iván Cobo, ciclista del Kern Pharma
Todo apuntaba a que la etapa final se desarrollaría al sprint, ya que este mismo recorrido, presente en las tres ediciones anteriores del Tour de Taiwán, había concluido siempre con una llegada masiva. Sin embargo, según comenta Cobo, los nervios le jugaron una mala pasada desde el inicio. De repente, el optimismo de la jornada anterior se transformó en un mar de dudas. El cántabro reconoce que en los instantes previos al banderazo de salida pensaba: «Dos segundos me los quitan en cualquier lado».
Desde el comienzo de la etapa, Cobo tomó la cabeza del grupo en varias ocasiones. «Tiraba en ciertos puntos cuando no tenía que tirar», afirmó. Esto provocó que llegase a un repecho de kilómetro y medio, situado a unos 100 kilómetros de meta, con la suficiente fatiga como para no aguantar el ritmo del pelotón. En ese momento, los equipos que se situaban al frente aceleraron la marcha, mientras que el conjunto Kern Pharma se encontraba desorganizado. La diferencia ascendió rápidamente a los cincuenta segundos.
«Tiraba en ciertos puntos cuando no tenía que tirar»
Iván Cobo, ciclista del Kern Pharma
«No puede ser», se repetía Cobo una y otra vez sobre la bicicleta. El resto de la etapa fue una batalla entre el grupo cabecero, de unas cuarenta unidades, y los Kern Pharma. Finalmente, no lograron conectar con el pelotón, perdiendo el liderato. Lo que parecía una victoria en la general acabó convirtiéndose en una 12ª posición. «En ese momento me quería morir», declaró el ciclista cántabro. Nada más cruzar la meta, su rostro se convirtió en un mar de lágrimas.
Cobo afirma que no es sólo una decepción para él, sino que «para el equipo también es un cambio de la hostia». En caso de victoria, el equipo sumaba 125 puntos UCI de gran importancia en la lucha por las invitaciones a Grandes Vueltas. Al final, tuvieron que conformarse con diez. Además, esta carrera era un objetivo importante para Kern Pharma, ya que se disputaba en el país de su proveedor de bicicletas, Giant. El británico Joseph Blackmore (Israel – Premier Tech) se adjudicó la general final.
Debut en Lieja-Bastoña-Lieja
El pasado domingo, Iván Cobo hacía su debut en un Monumento ciclista, tomando parte en “La Decana”. Desde Fran Ventoso en la París-Roubaix del 2018, ningún cántabro había corrido en una de las cinco grandes clásicas del ciclismo. En esta entrevista, previa a su participación, declaraba que se iría satisfecho a casa si lograba llegar a la Côte de la Redoute (situada a 35 kilómetros de meta) en el grupo de cabeza y, posteriormente, conseguía entrar al menos en el grupo perseguidor.
Sin embargo, la carrera no transcurrió como Cobo deseaba. Una caída multitudinaria a 85 kilómetros de meta iba a cambiar completamente el desarrollo de la carrera. Se formó un embotellamiento que cortó al pelotón en dos grupos. Por detrás, se quedaban rezagados grandes favoritos como el campeón del mundo, Mathieu van der Poel (Alpecin – Deceuninck), Thomas Pidcock (INEOS Grenadiers) o Romain Grégoire (Groupama – FDJ). En ese grupo rodaba un Iván Cobo que buscaba reservar fuerzas en la parte trasera del mismo.
Iván Cobo (izquierda) junto a su compañero Marc Brustenga (derecha) en la presentación de equipos de la Lieja-Bastoña-Lieja. EQUIPO KERN PHARMA
A raíz de la caída, el ritmo se incrementó. Por delante, tanto Israel – Premier Tech como UAE Team Emirates tiraban con todos sus gregarios para evitar que el grupo de van der Poel contactase de nuevo. Por detrás, se rompió el grupo en la Côte de Stockeu, dejando a Cobo totalmente descolgado. A partir de entonces, el cántabro se encontró en una lucha prácticamente en solitario, en la que finalmente sucumbió. Hasta el momento, su mayor distancia recorrida en competición era de 204 kilómetros, la cual no pudo superar al no finalizar la Lieja-Bastoña-Lieja.
El esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) se hizo con su sexto Monumento, igualando los logrados por el neerlandés Mathieu van der Poel. Ambos se sitúan como los dos ciclistas en activo con más victorias cosechadas en estos.
A continuación, el podcast grabado con Iván Cobo: